Los obreros y obreras de Zanón, junto al sindicato ceramista neuquino, han lanzado una campaña de recolección de firmas para solicitar “el tratamiento y aprobación de la ley de expropiación y estatización sin pago bajo control obrero de cerámica Zanón”. También reclaman “por una ley nacional de expropiación para todas las fábricas y empresas recuperadas”. Ambos proyectos fueron presentados en la Legislatura neuquina y en el Congreso Nacional por los trabajadores de la fábrica.
Esta campaña se relanza, luego de que un fallo de la Cámara de Apelaciones acortara los plazos de la gestión obrera al 20 de octubre de 2008. Dicha resolución judicial se produce en el marco de una acción concertada entre la vieja patronal de la fábrica y SACMI (principal acreedor privado, proveedor de maquinaria).
Sapag y la Legislatura
A finales de junio, los trabajadores de Zanón marcharon a la Legislatura para insistir con el tratamiento del proyecto de expropiación, avalado por casi 20 mil firmas, que presentaron mediante la modalidad de la “iniciativa popular”. Desde que ingresó, los legisladores lo “cajonearon”. Ninguno de los diputados provinciales accedió a recibir a una delegación de los trabajadores.
El 25 de octubre hubo una movilización a la sede de la fundación que preside el gobernador electo Jorge Sapag. Hasta ahora el sucesor de Sobisch tampoco ha accedido a nada. Los obreros de Zanón anunciaron que se movilizarán el día de la asunción del nuevo gobernador, el próximo 10 de diciembre, para insistir con su reclamo.
Posteriormente, para los días 19 y 20 de diciembre está prevista una nueva movilización, ahora al Congreso Nacional, para exigir la aprobación de la ley nacional que beneficie con la expropiación a todas las recuperadas.
Por una campaña de conjunto
La ofensiva contra Zanón es parte de un proceso más amplio, que abarca a todas las empresas recuperadas por los trabajadores de la bancarrota capitalista.
Muchas de ellas se encuentran en una situación similar a la de Zanón, con vencimientos próximos y bajo fuerte presión de los acreedores que quieren cobrar y de las patronales que quieren retomarlas. En otros casos, las expropiaciones “transitorias”, arrancadas al calor del Argentinazo, han caído, dejando a las empresas a merced de los capitalistas que exigen su restitución. Finalmente se suma el ahogo económico, ya que la mayoría de ellas carece de capital de trabajo, no sólo para invertir en maquinaria nueva sino, incluso, para mantener la instalada. En muchas empresas recuperadas, sus trabajadores reciben salarios por debajo del convenio de su gremio (entre otras, Zanón se encuentra en esa situación).
El gobierno tiene el objetivo de recomponer las viejas bases sociales que llevaron a estas empresas y al país a la bancarrota. En un caso, apunta a la restitución de sus antiguos patrones; en otros, a la asociación con grupos capitalistas interesados en ingresar en el negocio. Aquellas que finalmente resulten expropiadas, lo serán a título oneroso, o sea que la gestión obrera deberá indemnizar a ex patrones o cubrir las deudas con los acreedores.
Todos los partidos políticos patronales defienden esta política.
Programa
El Partido Obrero se suma a la campaña de los trabajadores y trabajadoras de Zanón por la expropiación definitiva de la fábrica bajo gestión obrera.
Se necesita poner en pie un único movimiento nacional por la expropiación sin pago y cesión gratuita de las fábricas a sus trabajadores, 2.000 millones de pesos en el presupuesto 2008 para su capitalización, garantía estatal de un salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar, reconocimiento de la afiliación sindical de los trabajadores de las recuperadas, obra social, jubilación; representación obrera en el directorio de los bancos estatales.
Con este planteamiento el Partido Obrero se suma a la convocatoria lanzada por los obreros de Zanón para realizar el próximo 10 de diciembre, en Neuquén, un Encuentro nacional de fábricas y empresas recuperadas.
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